miércoles, 17 de enero de 2007

Influencias: Carl Ortwin Sauer

Encontré un artículo muy interesante de Tonatiuh Romero Contreras que habla de Sauer, y de donde presento unos fragmentos que lo relacionan con Hernández X y la influencia indirecta que tuvo en sus ideas.

Sauer es un eslabón que une a varios personajes, escuelas, centros de investigación y disciplinas que tienen marcada importancia para entender no sólo la historia de la ciencia en México sino también algunas de las políticas científicas y su aplicación.

Carl Ortwin Sauer (1889-1975), es considerado una de las máximas figuras mundiales que más han influido en el estudio de la geografía del siglo XX y cuyo pensamiento ha llegado a varias disciplinas como la antropología, la agronomía y la planificación.

En California (1926) tuvo la oportunidad de colaborar con el brillante etnólogo Alfred Kroeber, también de origen alemán y alumno del geógrafo Franz Boas (véase interesante semblanza de Franz Boas en Korsbaek, 1997), quienes tenían otra cualidad en común, el haber hecho trabajo de campo en México, interés que heredaría Sauer.

En México Sauer trabajó lo mismo con los polvorientos archivos coloniales que con las fuentes escritas o impresas (Sauer, 1991), a menudo comprobó en campo los datos que le proporcionaba la arqueología o las fuentes históricas. Utilizó frecuente e intensivamente el trabajo etnográfico y las conversaciones con campesinos, a los cuales gustaba preguntar y ayudar cuando trabajaban en sus huertos, en las terrazas o en las colinas. Decía que esto era igual de importante para la geografía cultural como la interpretación cartográfica (Parsons, 1979).

Su aventura intelectual por México lo llevó a entablar amistad con varios investigadores nacionales que compartían intereses comunes, tales como Pablo Martínez del Río, Taboada y Ángel Palerm, quienes gozaron de su amistad en diferentes épocas. Estos mexicanos, en su momento, fueron grandes iniciadores de estudios e investigaciones influidas por el pensamiento de Sauer.

Taboada (en agricultura tradicional) influyó posteriormente en Efraín Hernández Xolocotzi, el mejor agrónomo que ha dado México, quien además conocía la obra saueriana por haber estudiado en los Estados Unidos (Hernández, 1988 y 1989); Ángel Palerm, alumno también de Isabel Kelly, fue el fundador de varias escuelas de antropología y maestro de las mejores generaciones de antropólogos mexicanos, quienes han influido a su vez en universidades tan variadas como la Iberoamericana, Querétaro, la UAM y el CIESAS; y Pablo Martínez del Río, uno de los mejores prehistoriadores que ha dado el país.

Otro aspecto de la vida de Sauer es su entereza como persona y su honestidad tanto científica como humana. Esta parte se aprecia muy bien en sus trabajos donde las decisiones involucraban la vida de las gentes, campesinos principalmente (Romero y Martínez, 1996).

Hacia 1936, el doctor J. A. Ferrell, funcionario de la Fundación Rockefeller, sostuvo una conversación con el exsecretario de agricultura de México del gabinete del presidente Lázaro Cárdenas, acerca de la posibilidad de establecer una Misión de Cooperación Agrícola entre la Fundación Rockefeller y México.La Fundación Rockefeller reforzó su ayuda filantrópica en materia de salud pública iniciada en México en los años veinte, pero sobre todo en materia agrícola encaminada hacia el mercado (Jiménez, 1990).

En 1940 la Fundación acordó mandar un equipo de exploración para la revisión de la situación de la agricultura mexicana, constituido por tres agrónomos: el doctor Richard Bradfield, especialista en suelos de la Universidad de Cornell; el doctor Paul Mangelsdorf, especialista en maíz de la Universidad de Harvard y el doctor E. C. Estakman, especialista en fitopatología de la Universidad de Minnesota. Al año siguiente viajaron a México y en compañía de los ingenieros agrónomos Alfonso González Gallardo, Edmundo Taboada Ramírez y Eduardo Limón, recorrieron el campo por seis meses (Rodríguez y López, 1994).

Para los agrónomos norteamericanos la solución a la falta de productividad en el campo se circunscribía al estudio y aplicación de la asistencia técnica viable, es decir, a "la genética y creación de plantas, la protección vegetal, la ciencia de los suelos, la administración ganadera y la administración agrícola general" (Oasa y Jennings, 1982).

Estudió y reflexionó sobre el proyecto agrícola de la Rockefeller y su opinión fue concluyente: "los mejoramientos de la productividad agrícola se deberían dirigir hacia los campesinos más pobres del campo considerando las funciones y necesidades de sus diversos alimentos en sus cocinas" (ibid., 1982).

Advirtió a la Fundación que "las prácticas agrícolas de los campesinos mexicanos eran excelentes en su mayoría, México tenía una gran tradición agrícola y había poco que enseñarles en ese sentido". Subrayó que "la percepción de los agrónomos americanos era equivocada y que el problema del campo mexicano era económico y no cultural o de atraso". El plan estaba implementado para sólo un tipo de agricultor, el cual era el de menor número en el país (Sauer citado en Oasa y Jennings, op. cit.: 988). Incluso, fue mas allá en sus recomendaciones y previno sobre las consecuencias de aplicar el mismo modelo de agricultura comercial que se había implementado en los Estados Unidos. "Un grupo emprendedor de agrónomos y criadores de plantas de los Estados Unidos podría arruinar los recursos nacionales (de México) para siempre, si hace hincapié en sus variedades comerciales norteamericanas... La agricultura mexicana no puede orientarse hacia la estandarización de unos cuantos tipos comerciales sin perturbar irremediablemente la economía y la cultura del lugar... Si los norteamericanos no entienden eso sería preferible que no fuesen a ese país para nada" (Carta de Sauer a la Fundación Rockefeller del 10 de febrero de 1941, Oasa y Jennings, op. cit.: 989).

A poco más de diez años de la aplicación del programa de modernización de la agricultura, las tensiones en el agro mexicano eran evidentes, los brotes de violencia social en varias partes del país comenzaron a cuestionar la legitimidad del Estado. Habían aparecido y se agudizaron los problemas que la Rockefeller había tratado de evitar y que Sauer había pronosticado. De esta forma México pagaba el costo social del aparente éxito productivo del "milagro agrícola mexicano" (Hewitt, op. cit.).

1 comentario:

Jaime Padilla dijo...

Desde hace mas de un año trabajo con el Dr. Vielle-Calzada y nos hemos propuesto hacer una exposicion fotografica itinerante y un libro sobre el maiz.
En el mencionamos la importancia a nivel mundial que ha tomado esta semilla originaria de nuestro pais.
Y ya de una manera un tanto cuanto de urgencia estamos tratando de conseguir imagenes de prominentes méxicanos que tuvieron que ver con el desarrollo de esta planta, queremos conseguir imagenes de Efraim Hernandez X.,Edmundo Taboada, José Carmen Segura y de Angel Garcia Cook.
Sabra usted con quien dirigirnos?
De antemano muchas gracias por sus atenciones a esta.
Jaime Padilla
jpadillacalzada@yahoo.com.mx